EL MONITOR DEL DÍA

Coyuntura: el reloj inmobiliario ¿hora de levantarse?

España está en una franja ho­raria dis­tinta a EE.UU. pero cerca de es­ta­bi­li­zarse

Despertador
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En 2008, la si­tua­ción del sector in­mo­bi­liario era una buena muestra de los des­equi­li­brios que pre­sen­taba el con­junto de la eco­nomía es­pañola. Un vo­lumen de tran­sac­ciones nunca visto, y unos pre­cios que se ha­bían tri­pli­cado en once años son buenos ejem­plos de ello. Desde en­ton­ces, el ajuste que se ha pro­du­cido en el sector ha sido ma­yúsculo. El precio de la vi­vienda acu­mula una caída del 29,5% (36,4% en tér­minos reales) y el ritmo anual de com­pra­ventas se ha re­du­cido en más de la mi­tad. Ahora, el sec­tor, como el con­junto de la eco­no­mía, pa­rece que ya está cerca de la es­ta­bi­li­za­ción.

La evolución del precio y las compraventas de viviendas suele seguir el mismo patrón a lo largo del ciclo económico. Como si de las manecillas de un reloj se tratara, la situación del sector inmobiliario avanza a lo largo de cuatro fases diferentes: expansión, desaceleración, contracción y estabilización (véase gráfico superior). Este compás se observa claramente en el mercado inmobiliario estadounidense donde, entre 2005 y 2012, las agujas ya han completado una vuelta y han retornado a la fase expansiva (con aumentos del precio y de la venta de viviendas).

¿Y en España? El reloj inmobiliario español se encuentra en una franja horaria distinta de la estadounidense. Así, cuando en 2007 en EE. UU. marcaba fase contractiva, en España justo empezaba a desacelerarse: el precio de la vivienda todavía crecía un 5,8% interanual a pesar de que las compraventas ya caían un 15,2%. La mayor velocidad del ajuste en EE. UU. y la doble recesión que ha experimentado la economía española han aumentado el desfase horario entre ambos mercados. Así, pese a algunos vaivenes debidos al fin de los incentivos fiscales en 2010, el sector inmobiliario español se ha mantenido en fase contractiva prácticamente desde 2008 hasta 2012.

Sin embargo, la fase de estabilización está cada vez más próxima. La compraventa de viviendas, que suele reaccionar antes que los precios a cambios en la oferta y la demanda, empieza a acercarse a tasas de crecimiento positivas. En 2T 2013 se mantuvo prácticamente estable (frente a una caída del 11,5% en 2012), situándose ligeramente por encima de las 320.000 transacciones anuales. A medida que la actividad económica se vaya recuperando en los próximos trimestres, y esto se traduzca en mejoras en el mercado laboral, es de esperar que el ritmo de compraventas pueda ir ganando impulso.

El precio de las viviendas, si bien es cierto que ya ha hecho la mayor parte del ajuste, todavía tiene cierto margen de corrección. En 2012, según la OCDE, el precio de las viviendas en España aún superaba en un 11,5% su valor de equilibrio. Un desajuste menor que el estimado en otros países desarrollados como Bélgica, Francia o Reino Unido. Si tenemos en cuenta la corrección realizada en la primera mitad de 2013, la caída pendiente del precio se situaría, según la OCDE, ligeramente por encima del 5%. Una corrección relativamente reducida en comparación con el ajuste llevado a cabo hasta el momento. La hora de la estabilización parece cercana.

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