Eurostoxx Banks y Stoxx Europe 600 Banks rompen la di­rec­triz al­cista

La banca pone en peligro las ganancias acumuladas en bolsa este verano

Semana de­ci­siva para eva­luar si la banca se en­cuentra en la an­te­sala de una gran co­rrec­ción

Deutsche Bank
Deutsche Bank

¿Están en pe­ligro las ga­nan­cias acu­mu­ladas este ve­rano por los bancos eu­ro­peos en ge­neral y por los es­pañoles en par­ti­cu­lar? Entre los ana­listas téc­nicos crece la preo­cu­pa­ción porque tanto el ín­dice Eurostoxx Banks como el Stoxx Europe 600 Banks han roto su di­rec­triz al­cista. Y lo han hecho en un mo­mento de­ci­sivo, con todos los ojos de los in­ver­sores puestos en las de­ci­siones de los bancos cen­trales y, en clave sec­to­rial, con Deutsche Bank y la banca ita­liana ejer­ciendo como grandes ele­mentos des­es­ta­bi­li­za­do­res.

"Los problemas de Deutsche Bank han reaparecido en el peor momento, cuando parecía que la reacción de la banca europea iba en serio y cuando los gestores empezaban a convencerse de que o daban entrada a los bancos en sus carteras o se podían perder una importante subida hasta final del año", señalan en fuentes del mercado, que recuerdan que "con apenas 16.000 millones de euros de valor en Bolsa, Deutsche es un gran problema".

La entidad alemana apenas ha reaccionado en Bolsa tras el gran desplome provocado la semana pasada por el anuncio de que el Departamento de Justicia de Estados Unidos le puede imponer una gran multa superior a los 12.000 millones de euros por su responsabilidad en el diseño de operaciones de hipotecas basura que dio lugar a la gran crisis de 2008. Ahora, afronta una sanción que puede comerse el equivalente a todo el margen de intereses del banco el año pasado.

Para terminar de cerrar el círculo, tampoco llegan noticias desde el sistema financiera italiano, muy tocado por el enorme volumen de créditos dudosos que atesora. Monte dei Paschi acaba de relevar a su consejero delegado e intenta salir de los niveles más bajos del año en el parqué mientras Unicredit sigue bajo el más riguroso de los escrutinios de los mercados ante la perspectiva de una gran ampliación de capital que podía rondar los 8.000 millones de euros para salvar su difícil situación financiera.

En este contexto, la banca española vuelve a ofrecer signos evidentes de debilidad, con el primer banco español al frente. "Santander había roto con mucha fuerza este verano la resistencia de los 4 euros por acción y la ha vuelto a perder por factores externos. La sensación que da es que en cualquier momento puede aparecer una noticia capaz de dar al traste con el conato de recuperación del sector. Así será muy difícil que puede conseguir una subida potente, fiable y duradera", señala un analista del sector.

Pero las cosas se complican más a nivel global y apuntan directamente hacia los bancos centrales. La inacción del Banco Central Europeo (BCE) en su última reunión ha aumentado la preocupación entre los inversores, que esperan que Mario Draghi mantenga intervenidos unos mercados cogidos con alfileres que no cuentan con la bendición de los gestores (más pesimistas que nunca en los últimos 16 años) mientras desde instituciones como el Banco de Pagos Internacionales (BIS) se insta a los bancos centrales deberían reducir sus políticas de expansión monetaria para permitir un crecimiento más saludable de la economía.

El sector financiero mira con atención también a las decisivas reuniones que está semana celebran la Reserva Federal estadounidense y el Banco de Japón. En el primer caso, tras los últimos datos macroeconómicos se alejan las posibilidades de una subida inmediata de los tipos de interés en la primera economía del mundo. Ahora, las apuestas del mercado (sólo un 12% prevé cambios el próximo día 21) es que habrá un alza en diciembre.

Además, no hay consenso entre los analistas sobre qué medidas puede tomar el Banco de Japón esta semana para estimular la economía nipona. De las decisiones y de las hojas de ruta que tracen en las autoridades monetarias de las dos grandes potencias dependerá el más que previsible aumento de la percepción de riesgo en un mercado cargado de dudas y en el que el sector financiero puede ser el gran damnificado. Rota la directriz alcista en sus índices, toca evaluar si la banca se encuentra en la antesala de una gran corrección.

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