Fuentes parlamentarias resumen a grandes rasgos las muy distintas actuaciones de ambos gigantes de las finanzas recordando que mientras el Grupo Santander se mostró dispuesto a acudir a la ampliación de Bankia, de hecho invirtió 156 millones, BBVA rechazó participar en la salida a bolsa de la entidad que presidía Rodrigo Rato.
La otra gran entidad española que participó en la salida a bolsa de Bankia fue CaixaBank, que se hizo con 100 millones del capital de su competidora con sede en Madrid. Su actual presidente, Jordi Gual, así como el presidente de la Fundación y expresidentes de la entidad, Isidro Fainé, también serán convocados para comparecer ante la comisión de investigación de la crisis de las cajas en nuestro país.
En total la banca española compró acciones por valor de 469 millones de euros, mientras que los bancos extranjeros, menos convencidos de la bondad de la operación y menos presionados por el nuevo Ejecutivo de Mariano Rajoy, solo aportaron 21 millones de euros en compra de acciones.
En cuanto a las diferentes aproximaciones a la crisis financiera que tuvieron Santander y BBVA, fuentes parlamentarias conservadoras apuntan a que mientras BBVA se ha hecho con una parte importante de las cajas privatizadas, contando con ayudas públicas, Santander en cambio ha optado por centrar su expansión en el exterior obviando la compra de cajas en España.
Las primeras comparecencias deberán comenzar en julio. Aunque los grupos parlamentarios han decidido convocar también a expertos internacionales y empezar por ellos, según responsables del Partido Popular, no está claro que estos expertos acepten comparecer, dado que no tienen obligación de hacerlo.
En cambio la presidenta de la comisión, la diputada de Coalición Canaria, Ana Oramas, ha recordado que los comparecientes nacionales que sean citados están obligados a hacerlo y a no mentir. Aunque podrían no declarar, como ha ocurrido en ocasiones precedentes cuando tienen causas judiciales abiertas.
Esto es lo que se teme que suceda con los responsables del Banco de España, que en la actualidad están pendientes de que la Audiencia Nacional decida si son procesados o no o con quien lideró la salida a Bolsa de Bankia, Rodrigo Rato.
Los representantes de los partidos políticos quieren que se trate sin ninguna limitación todo lo que ha sucedido antes, durante y después de la crisis. Admiten la propuesta o sugerencia de la presidenta Ana Oramas de agrupar los debates en la Comisión por bloques: causas de la crisis económica y financiera; la salida a bolsa de Bankia, su rescate y nacionalización.
También sugiere que se debata la actuación de los organismos de supervisión; la falta de garantías para los consumidores y el análisis de la fortaleza o debilidad del sistema y la gobernanza de las cajas de ahorro.
En el Congreso consideran que será importantísimo conocer el informe que el Banco de España está preparando sobre la crisis. Hasta diputados tradicionalmente críticos con la actuación del supervisor durante la crisis consideran que ha llegado el momento de devolverles la confianza. Y aseguran tener información de que el trabajo será muy serio. Habrá que esperar a que se haga público.
El debate se va a producir en un momento en el que puede cambiar también la situación legal del Banco Popular, que este jueves volvía a sufrir una caída del 18 % ante las dudas que despierta su futuro tras admitirse la posible necesidad de que la entidad sea disuelta de forma ordenada si no encuentra un comprador. De nuevo palabras mayores.