Y más tras conocerse la detención de la hija del fundador y directora comercial del gigante tecnológico Huawei por haberse saltado los embargos a Irán.
Los mercados financieros han reaccionado de inmediato con intensos recortes, empezando por el sector financiero y acabando por los sectores ligados a las materias primas, poniendo de nuevo en peligro soportes significativos en Europa. El Ibex 35 no ha sido ajeno a este movimiento y ha cerrado la semana con unas pérdidas globales cercana al 3% para situarse otra vez por debajo de los 9.000 puntos. Muy cerca de nuevo de los mínimos anuales registrados a finales del desastroso mes de octubre.
Todo ello en una semana marcada por las escasas referencias económicas y por el inopinado cierre de Wall Street del miércoles en conmemoración al fallecimiento de su expresidente George Bush.
La recta final del año vuelve a presentarse así con enormes turbulencias, sin esperar grandes cosas del tradicional efecto de maquillaje por parte de los fondos para que sus rentabilidades parezcan mayores de lo que realmente han sido y dar los toques finales para cerrar el ejercicio lo mejor posible fiscalmente hablando.
Entre los principales indicadores del mundo, solo los norteamericanos van a salvar el año con cierta honrilla, aunque con mímas rentabilidades, frente a las pérdidas cercanas al 5% del Nikkei o al más del 16% de caída sufrida por el Dax alemán.
Dicen los que saben, que buena parte de la relativa fortaleza mostrada por los índices estadounidenses en el último año ha sido por la intensa actividad en el proceso de recompra de acciones propias y no tanto por los buenos datos económicos y el impulso de la reforma fiscal.
El principal motivo por el cual, gran parte de las empresas norteamericanas han mostrado un precio sostenido ha sido precisamente la recompra de acciones. Y eso, insisten, tiene un peligro oculto, tal como ocurrió en 2008-2009, cuando la recompra de acciones no fue suficiente para contener las órdenes de venta, provocando una ola de nieve aún mayor. De momento, sin embargo, la táctica parece estar funcionando en Wall Street.
No tanto en Europa, ni particularmente en España, donde el número de empresas con programas de recompra de acciones no deja de crecer, sin que, por el contrario, los indicadores dejen de caer. Una situación extremadamente compleja en el corto plazo que sigue alentando las posturas sobre un inminente “crash” especialmente en EEUU.
Calendario semanal de Bolsa
Después de los positivos datos de actividad y producción publicados la semana pasada en EEUU, sin efecto alguno en unos mercados más preocupados por la guerra comercial, esta semana, los inversores apenas contarán con algunas citas importantes para fijar sus estrategias.
Este lunes, lo más destacado serán el PIB del tercer trimestre en Japón, la balanza comercial de Alemania, principal economía europea, y la producción industrial en el Reino Unido. En EEUU se espera el dato de firma de nóminas JOLT, un indicador de segunda fila pero que alguna vez ha alterado a los mercados debido a la falta de noticias.
En la sesión del martes tampoco se esperan grandes referencias. Lo más destacado será la tasa de paro en el Reino Unido, el índice de confianza empresarial que elabora el instiuto económico alemán ZEW y los precios de producción en EEUU.
La agenda financiera del miércoles tampoco vendrá demasiado carga de citas importantes. Los inversores apneas contarán con las cifras de producción industrial en la zona euro y con el IPC de EEUU correspondiente al mes de noviembre.
Aún menos datos se darán a conocer el jueves, apenas algunos indicadores de inflación en Europa, como en Alemania, o los precios de importación y exportación en EEUU que servirán para calibrar los efectos de la guerra comercial.
La sesión del viernes será la más intensa en cuanto a indicadores económicos. Desde las principales economías asiáticas llegarán cifras de producción industrial, en España se dará a conocer el IPC definitivo de noviembre, mientras que en la zona euro se publicarán datos de actividad PMI de los sectores de manufactura y servicios. Desde la otra orilla del Atlántico llegarán cifras de producción industrial, capacidad de utilización y los inventarios de negocios.