La alianza ya contaba con la aprobación por parte del Consejo de Administración de Grupo Telepizza y del 100% de sus accionistas en la última Junta General, celebrada en junio.
Desde que se anunciara la alianza en mayo de este año, ha señalado la compañía de restauración, se han puesto en marcha todas las medidas necesarias para acelerar su implementación. Eso ha permitido acelerar los plazos previstos en la operación, minimizando el riesgo de ejecución y maximizando la creación de valor para los accionistas.
Al tiempo, ambas sociedades han desarrollado planes específicos en cada uno de los países y zonas que abarca el acuerdo –España, Portugal, Latinoamérica (excluyendo Brasil), Caribe y Suiza– con el fin de que la alianza aporte valor en cada uno de ellos desde su entrada en vigor el domingo 30 de diciembre de 2018.
De esta forma, según aseguran los responsables del grupo Telepizza, se abre un nuevo escenario repleto de oportunidades para crecer y consolidarse en el mercado como el operador líder de pizza a nivel mundial.
Aunque era algo esperado, la aceleración del proceso ha servido a la compañía para recuperar parte de la confianza perdida en un año en el que ha ido de más a menos. Tras tocar máximos anuales a mediados de mayo en 5,96 euros por acción, el valor entró en una intensa fase correctiva de más del 30 %. A finales de noviembre llegó incluso a poner en serio riesgo el soporte de los 4 euros por acción, encendiendo todas las alarmas.
La sangre, sin embargo, no ha llegado al río y el grupo ha iniciado un progresivo rebote, alentado en buena medida por la consolidación definitiva de este acuerdo. Los expertos técnicos esperan ahora que el rebote tenga continuidad hasta como mínimo los 5 euros por acción, aunque para ello deberá superar antes una fuerte resistencia en torno al nivel de 4,8 euros. Más adelante habrá que observar la capacidad del grupo para cumplir con las elevadas expectativas que supone esta alianza.