Sin embargo, todo ello puede cambiar, sigue El-Erian y “reaparecer la vulnerabilidad económica ante las interferencias políticas”. Sube el precio del oro hasta los 1.320 dólares la onza, nuevos máximos históricos anuales, mientras también sube el precio de los bonos y, en consecuencia, baja su rentabilidad.
En efecto, el rendimiento de los bonos del Tesoro de los EEUU ha caído 5 puntos básicos el más bajo desde septiembre de 2017. Actualmente la rentabilidad del bono a 10 años, 2.4%, está por debajo del que ofrecen las letras del Tesoro a 3 meses, 2.35%.
Esta transmutación de la rentabilidad entre el largo y el corto plazo refleja una lectura pesimista de los inversores sobre el futuro de la actividad económica. Para remachar este pesimismo las necesidades de financiar el déficit público de los EEUU obligaría a emitir más deuda a tipos atractivos, es decir bajos.
La caída de la rentabilidad del bono ha tenido como contrapartida una subida en los precios de las acciones reforzada por las declaraciones del presidente, Jay Powell de la Reserva Federal: “actuaremos en la medida necesaria para sustentar la expansión”. Los mercados descuentan una bajada en los tipos de intervención de la Reserva Federal en 2019.
Los índices bursátiles estadounidenses que habían caído el pasado lunes ante las noticias de una investigación antimonopolio que apuntaba a Google y Apple, han recuperado aliento con subidas generalizadas. Contagio en las Bolsas europeas que también cotizan al alza. Por supuesto que hay dientes de sierra diarios pero la tendencia a la baja parece que se ha corregido.
El reflejo de estos movimientos en el mercado de divisas se ha traducido en una ligera caída del dólar frente al euro: 1.123 dólares por euro. El nivel de 1.11 dólares/euro se aleja.
En la Eurozona la rentabilidad del bono alemán a 10 años continúa en niveles negativos, -0.21% .La baja rentabilidad del bono alemán permite abaratar la financiación de la deuda pública española. Se acorta, además, la prima de riesgo y la deuda española se relaciona por parte de los mercados con la de Francia y Bélgica, desapareciendo así la utilización del bono italiano, como referencia.
Fortaleza europea, resistencia estadounidense y también China, bien parapetada en su baluarte institucional. La contrapartida viene marcada por esas cifras del Instituto Internacional de Finanzas que cifra una desinversión en los países en vías de desarrollo de 14,6 mil millones de dólares en mayo; la salida más abultada desde junio 2013 cuando el entonces presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, anunció su intención de cerrar el grifo.
El riesgo de una globalización rota puede desembocar las políticas comerciales de bloque. Fortalezas estadounidenses, europeas y chinas resistentes a las turbulencias mientras los países en vías de desarrollo que habían sido los grandes beneficiarios de la globalización serían ahora las principales víctimas.
Un entorno internacional que no debe dejarnos indiferentes. Si la libertad de comercio es vista como una traición por negociar con el enemigo, las resistencias y obstáculos a la formación de un gobierno en España ofrece una victoria a independentistas y antisistemas; adíos a la convivencia ciudadana y al bienestar material.
No es el mejor momento para que los partidos políticos españoles que han gobernado con mejor o peor éxito durante los últimos años no hagan un esfuerzo para consolidar un núcleo central capaz de capear los temporales que amenazan a la economía global.