Monitor de Latinoamérica

Ambiciosas me­didas de apoyo a ciu­da­danos y em­presas y pro­tec­ción sa­ni­taria

Perú se erige en ejemplo regional frente al impacto del Covid-19

Lima ela­bora el mayor plan de es­tí­mulo de Latam para reac­tivar la eco­nomía

Latinoamérica: libertad económica.
Latinoamérica en el disparadero.

Perú, que en la úl­tima dé­cada se ha eri­gido en uno de los mer­cados más atrac­tivos de Latam para la in­ver­sión es­pañola, se está con­vir­tiendo en mo­delo del área, tanto a la hora de afrontar el Covid-19 como el grave im­pacto que el virus aca­rrea a la eco­no­mía. Para mi­tigar el choque eco­nó­mico, al que el país llega con fi­nanzas sa­nea­das, el Gobierno del pre­si­dente Vizcarra ha per­geñado el mayor plan de es­tí­mulo del área, equi­va­lente al 12% del PIB (más de 26.000 mi­llones de dó­la­res).

El plan ha sido muy bien acogido por empresarios e inversores y ha merecido el elogio de medios financieros internacionales, donde ha sido destacado como ejemplo.

“Un plan sin precedentes para una crisis sin precedentes”, ha señalado la ‘BBC’, al destacar el monto del programa, muy superior a los aprobados en países como Argentina y elogiado por Cepal, expertos y analistas, que valoran la reacción inmediata y de gran dimensión adoptada en lo sanitario y lo económico.

Apoyo de empresas españolas

De momento, las 800 firmas españolas en el país, entre ellas FCC, ACS, Telefónica, Repsol, BBVA, Inditex, REE, Globalia, Endesa, Enagás, Naturgy, Ferrovial, Acciona, Sacyr y Mapfre, se mantienen a la expectativa, pero con más confianza que en otros destinos. España es el mayor inversor en Perú (18% de la IED, 13.000 millones), por delante de Reino Unido, Chile y EEUU. Perú es el quinto destino en Latam de la inversión española, que tiene gran presencia en construcción, finanzas, energía, telecos y saneamiento.

“No vamos a escatimar recursos en proteger la salud y contener el coronavirus. Y tampoco para garantizar la reactivación económica”, indicó la ministra de Finanzas, María Antonieta Alva, al presentar un plan que prevé una primera etapa de contención de la enfermedad, dotado con 8.500 millones; una segunda, con la misma suma, para reforzar la cadena de pagos, con un esquema de préstamos garantizados a las empresas, notablemente a pymes, respaldado por el banco central, y una tercera de reactivación, también por 8.500 millones. El plan para avalar créditos a empresas sin liquidez por la inactividad está incluido en el plan ‘Reactiva Perú’ y atañe a 350.000 empresas.

El Gobierno está convencido de tener la espalda fiscal cubierta tras más de tres décadas de disciplina fiscal y bajo endeudamiento, además de una buena posición en reservas y evolución macro, lo que da además acceso a líneas de crédito multilaterales.

“Tenemos que meter la mano al bolsillo del Tesoro para atender las necesidades de las familias vulnerables”, ha destacado el Martín Vizcarra, para quien, como para buena cantidad de analistas, Perú dispone de una de las finanzas públicas más sólidas de la región: 68.044 millones en reservas; deuda del 27% del PIB (de las más bajas de Latam); baja inflación del 2% y una moneda poco volátil. Por ello, Lima confía en que la economía, muy estable, tendrá la capacidad de reponerse pronto, aunque todo dependerá de cuánto dure la pandemia y de las acciones de recorte de la actividad.

Respaldo a la actividad económica

Las rápidas medidas de confinamiento se han acompañado de no menos rápidos apoyos económicos, apoyados por el sector empresarial (bono de ayuda a familias pobres; subvención a autónomos para reducir el impacto entre los más vulnerables (el 65% de la población vive de ingresos informales); respaldo a empresas en pago de salarios; congelación de deudas y aplazamiento de pago del impuesto a la renta tres meses, que beneficiará al 99% de las compañías.

La población con empleo formal podrá retirar 685 dólares de las cuentas individuales del fondo de desempleo y se ha suspendido dos meses el descuento del 12% del salario que practican las empresas para Fondos Privados de Pensiones (AFP) de los trabajadores. Para los parados, se ha autorizado la retirada de 571 dólares de sus AFP, el 25%. El Gobierno también subsidiará un 35 % de los salarios de empleados que ganen menos de 428 dólares y prevé una emisión de bonos en dólares para suavizar la crisis.

Por contra, Perú, que creció el 2,2% en 2019, muy por debajo del 4% de 2018, afronta la crisis sin haber acabado de consolidar su incipiente clase media, con una alta informalidad y con un sistema de salud débil. La economía podría anotar este año su primera tras dos décadas de crecimiento consecutivo. El Gobierno, tras abandonar su meta del 4%, aún prevé un avance del 2,1% en 2020, que el sector financiero limita al 1% y los analistas sitúan en un -2,2%.

Muy dependiente de la exportación de ‘commodities’, Perú está expuesto al bajón chino. Lima admitió en 2019 que no se cumpliría hasta 2024 la meta de bajar el déficit al 1% del PIB, prevista para 2021. La estabilidad y el equilibrio fiscal se han convertido en sagrados en un país que recuerda la hiperinflación de 1990, lo que ha movido a que en tres décadas, gobiernos de diferente corte hayan asumido una estricta disciplina fiscal, lo que permitió crecer el 1% en 2009 y el 10% en 2010. Los rubros más afectados por el virus son turismo, transporte, retail no alimentario, automóvil y construcción (64% de la actividad).

Y no es sólo el ámbito económico. La estrategia de Lima ante la crisis, que aúna duras medidas de distanciamiento social y de asistencia a la población, está recibiendo elogios mundiales. A mitad de marzo, Perú fue el primer país del área en decretar cuarentena general obligatoria y en cerrar fronteras y espacio aéreo cuando solo había 71 casos. En el país conviven ahora mismo cuarentena, estado de emergencia y toque de queda nocturno. Lima ha decretado que hombres y mujeres podrán salir a comprar en días alternos y que no se podrá transitar en domingo; esta semana ha comenzado a distribuir mascarillas gratis tras ordenar su uso obligatorio, y ha llamado a 10.000 reservistas del Ejército a ayudar. Ha creado, además, una app, ‘Perú en tus manos’ para informar de medidas de prevención y solicitar apoyo sanitario.

Vizcarra, además, ha dado prioridad a los intereses técnicos y científicos antes que políticos, sustituyó en plena crisis a la ministra de Salud por un experto en sanidad y creó un Comando Unificado de Operaciones contra el coronavirus. Por ahora, la estrategia parece tener éxito: Perú tiene 2.300 contagiados, 83 fallecidos y 914 recuperados, el mayor número de pacientes dados de alta en Latam. Pero Lima ha advertido que las próximas dos semanas serán duras.

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