"Los tiempos de los regalos de televisiones, tablets o vajillas han pasado a la historia. Todavía quedan algunas promociones puntuales, pero apenas suscitan interés. Lo que quieren los clientes es dinero contante y sonante, y conseguirlo es tan sencillo como cambiar de banco. El largo período de confinamiento ha ayudado a que muchos españoles hagan cuentas. Las necesidades económicas hacen lo demás", señalan fuentes financieras.
Abanca, Liberbank y Openbank son las tres entidades que más fuerte están apostando por esta modalidad de los pagos en 'cash'. La primera, con una confortable posición de capital - cuenta con un amplio colchón sobre el mínimo regulatorio de 1.100 millones de euros- ofrece 150 euros por la domiciliación de nuevas nóminas, y dobla la cantidad si el dinero nuevo proviene de ciudadanos de la Comunidad de Madrid. Nadie es tan generoso.
La entidad que lidera Juan Carlos Escotet exige una nómina de 600 euros, la misma cantidad que Liberbank, que ofrece 150 euros a los nuevos clientes. Openbank, del grupo Santander, se queda en los 80 euros a cambio de unos ingresos de 1.000 euros y un período de permanencia en la entidad de 12 meses, la mitad respecto a los 24 a los que Abanca y Liberbank atan a sus clientes a cambio de estos jugosos regalos en efectivo.
"La crisis ha cambiado la percepción de muchos clientes. Ahora es mucho más tentador que en febrero meterse en el bolsillo un buen puñado de euros sin más esfuerzo que cambiar de banco. No es la panacea para dejar atrás una situación personal de dificultades financieras, pero sí vale como parche puntual para cubrir algunos gastos fundamentales", señalan fuentes del sector que recuerdan que la inmediatez en el cobro es un factor clave.
Las cuentas con regalos en efectivo están compitiendo cada vez con más fuerza con las mejores cuentas nómina tradicionales del mercado. Ninguna es tan potente como la de Bankinter, que paga el 5% el primer año y el 2% el segundo con un saldo máximo remunerado de 5.000 euros. En este caso, la liquidación de los intereses es semestral. Es decir, se realizan cuatro pagos repartidos entre 24 meses.
Frente a la escasa oferta de cuentas clásicas con rentabilidades significativas, los expertos creen que las propuestas de regalos en 'cash' han llegado para quedarse, porque la crisis será larga y dura y seguirá elevando el atractivo de estas bonificaciones, a las que también se han sumado de forma puntual Deutsche Bank -ha llegado a pagar hasta 480 euros, pero con pagos de 20 euros repartidos durante 24 meses-, Ibercaja, ImaginBank o Cajamar en los últimos tiempos.