El mayor banco en España por de­pó­sitos arrastra 23 marcas cen­te­na­rias o re­cientes

Nuevo CaixaBank: una boda y 18 funerales

Las en­ti­dades ad­he­ridas a CECA tan sólo tienen una ren­ta­bi­lidad media del 2,7%

José Ignacio Goirigolzarri.
José Ignacio Goirigolzarri y Gonzalo Gortázar

La ce­le­bra­ción de la boda entre CaixaBank y Bankia deja tras de sí toda una oleada de fu­ne­rales de las an­ti­guas cajas de aho­rros. Un pro­ceso ya ini­ciado hace casi una dé­cada y que per­mite pa­ra­fra­sear el tí­tulo de la pe­lí­cula di­ri­gida por Mike Newell. La ope­ra­ción ban­caria ha con­tado con el pro­ta­go­nismo de Isidro Fainé, pre­si­dente de la Fundación La Caixa y de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA). Eso sí, la ren­ta­bi­lidad de las en­ti­dades ad­he­ridas ha caído a mí­nimos al cierre del primer se­mes­tre.

La desaparición de las cajas de ahorros ha sido una constante en los últimos años, tanto por errores propios de un buen número de ellas como por los cambios normativos que han obligado a casi la totalidad menos a dos (Pollença y Ontinyent) a reconvertirse en bancos aunque mantengan algunas sus respectivas fundaciones.

La principal de todas esas fundaciones es La Caixa, principal accionista con un 40% de CaixaBank y que se mantendrá como el primero con un 30% del grupo resultante por la fusión con Bankia, casi el doble de lo que tenga el Estado mediante el FROB.

Su presidente, Isidro Fainé, también es el que capitanea la CECA y siempre ha sido un claro defensor del papel de las cajas de ahorros, sobre todo por su compromiso con la sociedad mediante su obra social y por preservar la integración financiera con el mantenimiento de una extensa red de oficinas.

Fainé, casi en el papel de Hugh Grant en la citada película de cuatro bodas y un funeral ha sido uno de los artífices de la fusión entre CaixaBank y Bankia. La ministra de Economía, Nadia Calviño, también ha cumplido con el papel interpretado por Andie MacDowell.

Los dos principales ejecutivos del nuevo grupo han reafirmado su intención de evitar cualquier proceso de desbancarización en determinadas zonas, con independencia de cualquier ajuste de su red cuando se produzca la integración real en el primer trimestre de 2021.

De hecho, el actual presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, ha destacado cómo el grupo resultante tiene presencia en más de 2.200 municipios y en 290 de ellos son la entidad única que presta servicios de manera presencial.

En el olvido

La creación del mayor banco en España por el total de activos (más de 600.000 millones de euros) no deja ser el cúmulo de un continuo proceso de fusiones de distintas cajas de ahorros, cuyas marcas han quedado ya en el olvido, al menos para las generaciones más jóvenes.

Como consecuencia de la crisis de hace una década, La Caixa tuvo que absorber a una debilitada Caixa Girona. Casi en paralelo, Cajasol (fruto de la fusión de Caja del Monte y Caja San Fernando) se hacían con Caja Guadalajara. Sin embargo, la debilidad del grupo creado acabó en manos de Banca Cívica, capitaneada por Caja Navarra y en la que también entraban Caja Burgos y Caja Canarias.

La grave crisis y la poca fortaleza de los grupos creados provocó que Banca Cívica acabase en manos de CaixaBank en los años posteriores. Ni dicha marca ni las de las cajas que habían conformado a dicho grupo han pervivido.

Bankia no deja de ser una mostrenca integración de cajas de todo tipo y tamaño, bajo el paraguas de una centenaria entidad como Caja Madrid. En aquella SIP, como se denominaba a ese tipo de integraciones, entraron Caixa Laietana; Caja Ávila; Caja Segovia; Caja Rioja e Insular de Canarias.

La última incorporación, la de Bancaja, supuso la puntilla final al proyecto ya presidido por Rodrigo Rato y con todo el beneplácito del Gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero y del entonces gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez (MAFO).

Las consecuencias de aquella fusión y su posterior salida a Bolsa, operación casi considerada asunto de Estado, han sido nefastas y por la mayoría conocidas. Aún está pendiente la sentencia por la OPS de una Bankia que tuvo que ser rescatada y reflotada por José Ignacio Goirigolzarri.

Ya bajo la gestión de Goirigolzarri y su equipo, Bankia integró a BMN, otro grupo bancario creado a raíz de la crisis de hace una década con Caja Murcia al frente y con la inclusión de Sa Nostra, Caja Granada y Caixa Penedés. El máximo accionista en los dos grupos era el Estado mediante el FROB.

El actual presidente de Bankia y futuro presidente con algunas funciones ejecutivas en CaixaBank lamentaba en la presentación de la gran fusión que vaya a desaparecer la marca de Bankia, que ha recuperado prestigio bajo sus ocho años de gestión. La cuestión es quién la recordará con el paso del tiempo, como las ya desaparecidas.

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