Después de cerca de un año de trabajo, se han instalado nuevas líneas de producción de fibrosa que se han puesto en marcha de manera satisfactoria en estos días. Dicha ampliación viene a duplicar la capacidad instalada previamente en Cáseda.
Para ello, el fabricante de envolturas de productos cárnicos ha realizado una inversión de 14 millones de euros, incluyendo tanto la maquinaria como las inversiones en medioambiente que se han realizado en línea con los objetivos de reducción de impacto medioambiental establecidos el Plan de Actuación en Sostenibilidad del grupo.
A pesar de las dificultades de la ejecución del proyecto en un entorno de pandemia, los plazos establecidos para la ejecución se han cumplido a rajatabla y las nuevas líneas ya han comenzado a producir metros de envolturas de fibrosa para el mercado europeo, americano y asiático principalmente, reforzando el servicio y posicionamiento de Viscofan en estas regiones.
Una muy buena noticia que los expertos esperan ayude a revertir el proceso de ajuste sufrido por el valor en las últimas semanas. Una corrección propiciada por una lógica retirada de beneficios tras tantear máximos absolutos, pero que ahora pone en serio peligro el suelo de los 55 euros por acción.
Aunque el retroceso ha sido casi en vertical, cabe esperar que este soporte aguante por tercera vez este año y se vuelva a producir un rebote hacia los 60 euros como mínimo, lo cual supondría un potencial de revalorización a corto plazo. Con una rentabilidad por dividendo cercana al 3% y un PER por debajo de 20 veces no parece una mala opción, señalan los expertos, para incluirla en una cartera de futuro.