La pregunta tendrá contestación muy pronto. Después de nueve subidas en 10 sesiones, los grandes bancos se enfrentan a sus resistencias claves a muy corto plazo. Es decir, a los niveles que si se rompen al alza abren la puerta a otra oleada de ganancias o a los que dan luz verde a una corrección si los inversores deciden realizar beneficios. O lo que es lo mismo en este último caso, consideran que ya no hay recorrido alcista a corto plazo. Buena parte de los bancos del Ibex están en la encrucijada.
A la gran estrella de 2021, Banco Sabadell, le está temblando el pulso en las inmediaciones de los 0,70 euros, donde se ha frenado la subida de los primeros días del año. No es nada nuevo bajo el sol: el gran rally del año pasado ya se frenó en esa cota el año pasado en varias ocasiones. En las inmediaciones de los 0,7 euros siempre han recogido plusvalías los fondos. Los que entraron en los mínimos históricos de 0,34 euros de hace ahora un año se han hecho de oro en el valor.
Bankinter, el más peligroso
En menor medida, la historia se repite en Bankinter, que se la juega en los 5 euros. O en BBVA, que vuelve a acercarse a la zona clave de los 6 euros con la que no pudo en noviembre del año pasado, cuando el lanzamiento de la OPA sobre el 100% de Garanti provocó una oleada de ventas en el valor. ¿Ha cambiado tanto la situación de los bancos en apenas dos meses? ¿Justifica el repunte de los tipos de los bonos una recuperación tan rápida de las cotizaciones tras la corrección de noviembre?
“La banca lleva mucho tiempo ofreciendo unas oportunidades extraordinarias a los inversores especulativos. A una subida del 20% le sucede una corrección de la misma intensidad y luego otro avance de doble dígito. Por eso, cada vez más fondos oportunistas ponen más carne en el asador cada vez que arranca uno de estos procesos y amplifican las subidas y las caídas. Por momentos, es una auténtica locura”, señalan en uno de los tres ‘broker’ con mayor cuota de mercado.
De momento, pintan oros en un comienzo de 2022 formidable para la banca. Pero paradójicamente no tanto para el Ibex 35, que ve como con el sector estrella -llegó a subir más de un 40% en el transcurso de 2021- marca diferencias que no valen para sacar al selectivo español -apenas gana un 1% este mes- de su ya crónico desfase respecto al resto de Europa. La gran cuestión es si, como ocurrió el año pasado, la banca puede seguir siendo el gran apoyo del Ibex durante otro año completo.
“Habría sido mejor una subida más escalonada. Está claro que el nuevo panorama de tipos de interés abre un horizonte nuevo para el sector, pero tampoco conviene olvidar que gran parte de ese escenario está ya descontado. Después de esta subida de enero, lo normal es una parada a la espera del comienzo de la temporada de resultados. Si son muy buenos, podríamos ver más subidas, pero yo no esperaría noticias positivas muy sorprendentes”, señala un veterano bolsista.