Los ‘hedge fund’ están retando con descaro a los bancos a apenas dos semanas de la reunión en la que el Banco Central Europeo (BCE) puede subir los tipos de interés 75 puntos básicos. Lo que a priori debería ser una magnífica noticia para el sector (los expertos calculan que el alza del precio del dinero les reportará alrededor de 14.000 millones de euros en ingresos) tiene otro lado de la moneda mucho más amargo.
Cada vez hay más visos de recesión en una economía mundial en la que sólo los dos grandes gigantes asiáticos -China y Japón- parecen en disposición de salvar los muebles. Un escenario por el que lleva apostando muchos meses Bridgewater Associates, que en 2022 ha lanzado un enorme ataque bajista en los mercados de deuda y de bolsa anticipándose a una dura ralentización de las mayores economías mundiales.
Bridgewater no es un ‘hedge fund’ cualquiera. Es el mayor del planeta con posiciones por valor de más de 150.000 millones de dólares y tiene al frente a Ray Dalio, uno de esos visionarios de Wall Street cuyas orientaciones son seguidas por millares de inversores de primer nivel. El caso es que este gigante acaba de hacer un movimiento de primer nivel en los dos grandes bancos españoles, donde ha subido la apuesta y cuenta ya con posiciones cortas por el 0,6% del capital en los dos casos.
Citadel, a la caza
El ‘hedge’ se está jugando alrededor de 400 millones de euros entre los dos bancos. Posiciones que son la punta del iceberg de un movimiento más amplio que sacude a los bancos españoles. En estos momentos, Citadel tiene construido un ‘corto’ sobre el 0,51% de Banco Sabadell, mientras que en el resto de los bancos cotizados también hay mucha actividad, aunque ningún ‘hedge’ tenga posiciones superiores al 0,5%.
“Hay mucho movimiento de los inversores bajistas. Crece la idea de que la subida de tipos no va a poder compensar la caída de la actividad económica que reducirá la actividad crediticia de la banca y que más tarde o más temprano acabará por impactar sobre la morosidad. La actividad especulativa sobre la banca no deja de crecer porque el mercado cotiza que no habrá reacción en bolsa hasta que se pueda poner fecha al final de la subida de tipos”, señalan fuentes financieras.
Y ese momento está todavía muy lejos de llegar, a pesar de que los bancos -y muy especialmente los dos grandes- están siendo duramente castigados. Incluso después de anunciar dividendos más altos y de mantener agresivos programas de recompras de acciones. De momento manda el miedo a una recesión global que parece inevitable y que ha parado las máquinas compradoras en un sector otra vez bajo sospecha.