El grupo ha visto de este modo cómo su beneficio se ha reducido un 41 % al cierre del tercer trimestre para quedar en 34 millones de euros frente a los 57 millones contabilizado en igual período del año pasado. Un período complicado marcado aún por la pandemia.
Durante este año, sin embargo, el fabricante de trenes y de autobuses ha mantenido una intensa actividad que le ha servido para elevar su contratación hasta los 3.837 millones de euros, un 29 % más, y lograr un nuevo récord en la cartera de pedidos que se sitúa en los 11.857 millones de euros.
Un desequilibrio entre la actividad y los resultados que ha frustrado las expectativas del mercado, lo cual se ha traducido en ajustes inmediatos a la recuperación apuntada en las semanas anteriores a la presentación. El valor, por tanto, se ha adentrado de nuevo en la tendencia bajista que viene desarrollando desde abril de 2021.
En caso de romper el suelo de los 26 euros por acción que ha puesto en riesgo en las últimas semanas, los expertos técnicos creen que podría deslizarse de nuevo hacia los mínimos del año registrados en septiembre en 22,5 euros. Con todo, los analistas no creen que vaya a llegar la sangre al río y esperan una nueva reacción con la presentación de su nuevo Plan Estratégico 2026 prevista el próximo primero de diciembre.