Aunque la merma de las ventas provocada por las presiones inflacionistas no es todavía demasiado significativa, al pasar de 32 a 30 millones de euros, si se están dejando notar sobre los beneficios que al cierre del primer semestre han retrocedido un 21 %, hasta los 6,6 millones de euros.
Un impacto sobre las cuentas del grupo especializado en productos dietéticos y alimentación sana persistirá en los próximos meses previsiblemente caracterizados por unos mayores costes operativos. A ello se suma los nuevos patrones de consumo de sus clientes ante la crisis, a pesar de los esfuerzos para no incrementar los precios de sus productos de forma generalizada.
El principal objetivo del grupo para salvar esta situación pasa por recuperar el crecimiento en sus ventas tanto en los países principales como en los nuevos mercados que está abriendo en India y China con el fin de mantener el margen Ebitda en la horquilla del 30 % a 35 % y consolidar la solidez de su balance y su capacidad de generación de caja.
Entre tanto, la acción ha entrado en una fase lateral en torno a los precios de inicio de año, 1,6 euros por acción, que va camino de prolongarse durante mucho tiempo. Unos niveles que algunos consideran una buena oportunidad de entrada. De momento, no hay señales de que vaya a perder suelo, lo cual da margen para aprovechar la alta rentabilidad por dividendo -una de las más altas del mercado español- a la espera de la contención de los precios y la mejora del mercado a medio plazo.