La última de ellas ha sido la subida del precio objetivo por parte de Morgan Stanley desde los 9,9 euros por acción hasta los 11 euros. Esta estimación se sitúa un 10% por encima de la actual cotización de mercado del grupo. Eso justifica que la firma haya mejorado la recomendación de “infraponderar” a neutral, lo que supone un primer paso hacia adelante.
El mercado empieza a dejar atrás así sus preocupaciones por el mayor control de la SEMPI en un movimiento interpretado por el interés de entrar en ITP Aero, un aliado clave para la seguridad nacional, según el Ejecutivo. Cada vez que sale a relucir esta compañía como opción de compra, la acción de Indra retrocede de inmediato.
Y es que es algo que no acaba de convencer a los accionistas de Indra por los altos costes de la operación y la necesidad de realizar una ampliación de capital. La situación financiera de Indra, no obstante, ha mejorado notablemente. En 2021, obtuvo un beneficio de 143 millones de euros frente a las pérdidas de 65 millones de un año antes.
Este resultado se sitúa un 18% por encima de las cuentas presentadas en 2019 previas a la pandemia. Eso debería dar algo más de tranquilidad al mercado a la hora de abordar nuevas operaciones.