La ae­ro­línea fun­dada por los Hidalgo "perdió" 25 de los 60 aviones que dis­ponía

Air Europa negocia un ERTE con sus pilotos en el inicio de la campaña de Semana Santa

Iberia pre­tende in­cor­porar diez de sus avio­nes, mo­tivo del veto sin­dical y con su via­bi­lidad en duda por la Sepi

Air Europa
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La nueva di­rec­ción de AIr Europa man­tiene las ne­go­cia­ciones con sus pi­lotos (Sepla) para des­en­ca­llar el veto que dicha cen­tral sin­dical ha im­puesto al acuerdo de ex­pe­diente de re­gu­la­ción tem­poral de em­pleo (ERTE) pre­sen­tado a prin­ci­pios de esta se­mana sobre 4.000 tra­ba­ja­dores —especialmente tri­pu­lantes de ca­bina y per­sonal de tie­rra— y sus­crito por todas las cen­trales sin­di­cales con re­pre­sen­ta­ción en la em­presa (CCOO, USO y Sitcpla) a ex­cep­ción del co­lec­tivo de pi­lo­tos. EL Sepla cuenta con dos de los trece asientos del Comité de Empresa.

La intención es alcanzar un acuerdo para afrontar la campaña de Semana Santa en un clima de paz laboral desde hoy, 1 de abril, hasta el 30 de septiembre próximo. La compañía del Grupo Globalia anunciaba ayer que aumenta su oferta para las próximas vacaciones en 7.400 plazas adicionales a Canarias, Baleares y varios destinos europeos.

El motivo de la oposición de los pilotos radica en la pretensión de Iberia de incorporar diez aviones a la aerolínea mallorquina. Algo aparentemente chocante si se considera que, como consecuencia de la pandemia y el consiguiente parón de actividades, Air Europa perdió 25 de los 60 aviones que operaba y que, además, cada vez se ve más lejos la posibilidad de que recibir los diez Boeing B-787 encargados para los próximos meses, dado que no han sido garantizados por el fabricante estadounidense.

La cuestión no es anecdótica ya que el propio convenio de la aerolínea de Globalia contempla que sean al menos cinco los nuevos aviones que se incorporen este año.

Ante esta situación, Iberia ha planteado incorporar diez aeronaves a la flota de Air Europa; una de ellas, en concreto un B-727, a Air Europa Express que actualmente opera cinco aviones, doce menos que antes de la pandemia.

Y ahí es donde entra —de nuevo— el convenio firmado entre los pilotos y la empresa (el mismo que Air Europa impugnó en septiembre del año pasado) ya que el pacto laboral de la aerolínea mallorquina impide que a Air Europa Express se incorporen aviones que no sean turbohélices. Por si fuera poco, el Convenio Colectivo de Air Europa prevé que no se realizarán ajustes de empleo mientras la compañía mantenga producción subcontratada como ocurre actualmente con los vuelos operados por Air Europa Express.

Junto a ello se plantea también quién llevará a cabo la nueva producción que supone ampliar la oferta y, muy especialmente, la incorporación de los nuevos aviones. Según el fabricante y el modelo de avión de que se trate, puede ocurrir que las tripulaciones de Air Europa carezcan de la acreditación necesaria para operar esos aviones que Iberia quiere incorporar a la compañía.

Aunque el sindicato de pilotos, de forma oficial, solo niega que tenga previstas movilizaciones y subraya su voluntad de negociar; el caso es que todos entienden las razones económicas por las que la empresa ha presentado el ERTE; sobre todo tras la reducción plantilla (30%) que la compañía hubo de ejecutar en 2020 —el año de su rescate—.

De lo que se trata ahora es de asegurar que la producción ‘quede en casa’ y lAir Europa y su plantilla de pilotos se vean reforzadas y no pasen a ser meros subcontratistas.

A vueltas con la viabilidad

Paralelamente, el pulso Iberia-Hidalgo por el control de Air Europa se mantiene. La nueva dirección de la compañía balear impuesta por los principales acreedores y titulares de créditos participativos equivalentes al 68% de Air Europa ha dado un auténtico palmetazo sobre la mesa al considerar las advertencias del auditor de la aerolínea mallorquina (KPMG) y pedir un dictamen sobre la viabilidad de la compañía.

Una decisión que, además de recuperar la iniciativa en la negociación de fondo para el tándem Sepi-IAG, permite también ‘frenar’ momentáneamente las pretensiones y obstáculos de la familia Hidalgo ante la fusión de Air Europa con Iberia.

Porque eso sitúa también a la compañía integrada en Globalia en una situación diferente de cara a su saneamiento y reflotamiento. Hay que tener en cuenta que un dictamen negativo del equipo del bufete Pérez Llorca (encargado de dictaminar la viabilidad/continuidad de Air Europa) obligaría a acometer de forma inmediata el rescate de la aerolínea (o su disolución) aunque los equipos gestores tienen aún un año de margen para recapitalizarla.

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