Este impuesto ha provocado un aumento de los costes de transacción que está afectando a la totalidad de las empresas del Ibex 35 y algunas fuera de este indicador, con lo cual pierden atractivo frente a otros valores internacionales exentos de esta tasa. Uno de los factores, apuntan algunos operadores, de la mayor penalización de la renta variable española respecto a otros mercados vecinos.
Al respecto, recuerdan los expertos de SelfBank, hay países, entre ellos Estados Unidos o Alemania, donde no se cobra el Impuesto a las Transacciones Financieras. En ellos, hay mercados de valores donde cotizan gran cantidad de compañías, por lo que el abanico de opciones para invertir sin asumir este gravamen sigue siendo muy amplio.
Es importante destacar que la compra de acciones o certificados de depósito de empresas españolas en estos mercados sí conlleva el pago del impuesto. Sin embargo, si las operaciones son intradía, sea cual sea la capitalización del valor y siempre y cuando se vendan durante la misma sesión bursátil todas las acciones que se hayan comprado ese día, quedan exentas de la tasa.
Como alternativa, señalan los analistas de SelfBank, hay otras empresas cotizadas donde las compras no están sujetas al impuesto. Aquellas, claro, cuya capitalización bursátil no supera los 1.000 millones de euros. De este modo, aquellos inversores que operen con estos valores, algunos de ellos de alta calidad, no verán incrementado el coste de su operativa.
Por último, cabe destacar que las compañías extranjeras que cotizan en España, como puede ser el caso de Airbus o Arcelor Mittal, tampoco están sujetas a este gravamen, por lo que la compra de estas acciones, aunque se haga en la bolsa española, no acarreará costes adicionales para el inversor.