Ambos activos forman parte del segmento de especialidades premium de arroz, quinoa y granos en Estados Unidos de su filial estadounidense Riviana. Se encuentran estratégicamente ubicadas en las zonas arroceras del Oeste del país, donde hasta ahora el grupo no tenía presencia fabril y en 2020 alcanzó unas ventas superiores a los 50 millones de dólares.
Esta incorporación supondrá una notable mejora en la cadena de suministro y la red de plantas y capacidad de empaquetado y producción, así como en productos de valor añadido de Riviana.
Al respecto, los analistas señalan que estos activos suponen un buen destino para parte de las plusvalías de 91 millones de euros obtenidas por el grupo tras la reciente venta de su negocio de pasta Panzani por 550 millones de euros.
El mercado, sin embargo, no acaba de estar muy convencido de este cambio de cromos, lo cual justificaría la ligera caída de la acción del orden del 2,5% en el acumulado del año hacia la parte baja de su actual tendencia lateral.