INVERSIÓN

La subida de tipos abre nuevas pers­pec­tivas para los par­ti­cu­lares con­ser­va­dores

El seguro de vida ahorro se ofrece como alternativa para los ahorradores precavidos

Las le­tras del Tesoro en­cuen­tran un nuevo com­pe­tidor en las com­pañías ase­gu­ra­doras

Antonio Huertas y Fernando Mata, Mapfre.
Antonio Huertas y Fernando Mata, Mapfre.

No todo son Letras del Tesoro, tan bien ai­readas estos días desde el Gobierno y los ca­nales pú­blicos de in­for­ma­ción como la meta del ahorro en tiempos de subida de los tipos de in­te­rés. Hay más op­ciones para su aho­rro, como afirmó el pre­si­dente de Mapfre, Antonio Huertas, en la pre­sen­ta­ción esta se­mana de los re­sul­tados del grupo ase­gu­ra­dor. El caso es que la subida de los tipos de in­terés que ha des­en­ca­de­nado la in­fla­ción ha pro­du­cido efectos po­si­tivos entre los aho­rra­dores es­paño­les. También Mutuactivos se ha apun­tado a la gue­rra.

Después de años de rendimientos por los suelos han comenzado a proliferar diferentes opciones para colocar el dinero con remuneración. Los depósitos bancarios anuncian ofertas de rentabilidades atractivas, mientras las Letras del Tesoro despiertan colas de inversores particulares en el Banco de España. Las aseguradoras, por su parte, han desempolvado sus productos de capital diferido.

Lo expuso el presidente de la aseguradora, Antonio Huertas. En su encuentro con la prensa, el alto ejecutivo advertía que “ahora es buen momento para los seguros de vida ahorro”. Se trata de productos, entre otras opciones, con las propiedades de un seguro de vida y/o plazo, pero que también pueden incluir un plan de ahorro con aportaciones periódicas.

Mutuactvos, a la greña

Esta semana también Mutuactivos entraba de lleno en la guerra por la captación del ahorro a plazo con alta rentabilidad. La gestora de inversión del Grupo Mutua lanzaba un producto basado en la deuda pública española que se presenta como "una alternativa atractiva a las Letras del Tesoro y los depósitos a plazo para los ahorradores más conservadores".

A todos los efectos este tipo de productos son en muchos aspectos planes de jubilación, porque permiten complementar la pensión con aportaciones extraordinarias realizadas por el ahorrador que se recuperan con intereses al término del contrato.

Esta póliza se contrata a un plazo determinado, por ejemplo quince años, y al final del este periodo, se puede percibir una aportación periódica o un capital global, incrementado en un tipo de interés que depende de la situación de los mercados durante esos quince años.

Letras al 3%

El interés por las letras del Tesoro llevó su rentabilidad hasta el 3%, con lo que se han convertido en el activo rey de esta nueva etapa. En la última subasta, la demanda fue de tal magnitud que el Tesoro pudo rebajar el tipo de la letra a un año hasta el 2,83%.

Los inversores particulares llegaron a contar con letras por importe de 4.730 millones de euros en 2008, un año en el que los tipos oscilaron entre el 3,75% y el 2,50%, justo al inicio de la gran crisis. A partir de ahí, el interés de las letras fue decayendo hasta inversiones de 14 millones de euros en abril del año pasado.

Los valores del Tesoro son los activos que mayor seguridad ofrecen a los inversores, pero los seguros de vida ahorro aportan una condición que les hace interesantes, que es la cobertura de vida, incapacidad o incluso fallecimiento.

Ahorro a futuro

Este tipo de seguros cuenta con una rentabilidad asegurada y constituyen una opción muy utilizada con el objetivo de proporcionar un ahorro que a la vuelta de unos años podrá utilizarse de cara a la formación universitaria de los hijos o estancias en otros países para mejorar el idioma.

Huertas ha advertido que “ante la ausencia de entidades financieras que ofrezcan rentabilidades atractivas, las aseguradoras están tomando ese liderazgo”, al tiempo que lanzaba un aviso para navegantes, al señalar que los productos lanzados por la compañía para aprovechar este mercado “se han agotado en horas”. La aseguradora indica que existen opciones diversas para aprovechar la oportunidad que se ha abierto con la subida de los tipos de interés. Entre estas opciones se encuentran, sin duda, los fondos de inversión, aunque las pérdidas sufridas por estos planes durante la pandemia -y, sobre todo, el pasado año- ha generado muy mala imagen.

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