El Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), ha abierto esta semana oficina de representación en Madrid con la meta de impulsar las relaciones entre España-Centroamérica y ser plataforma de apoyo para las compañías españolas que operan o buscan operar en el futuro en la subregión.
España, que es desde el año 2005 socio extrarregional de una entidad que cuenta como socios fundadores a Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, Honduras y Guatemala y como no fundadores a Panamá, Dominica y Belice, es también la única economía europea que tiene capital suscrito (280 millones de dólares) en el BCIE y dispone de un puesto permanente dentro del directorio.
Según el presidente del BCIE, Dante Mossi, la oficina de representación, la primera de este tipo en Europa, facilitará la atracción de inversiones “de calidad” y la generación de empleo en Centroamérica, además de promover una relación “más intensa” con empresas e instituciones españolas y contribuir a generar mayor número de oportunidades y movilización de recursos para continuar avanzando en la diversificación de las actividades económicas y la integración regional. Mossi dijo que desde la oficina se mantendrán regularmente contactos con bancos y empresas para impulsar los negocios de compañías españolas en una subregión muy vinculada económicamente al mercado de Estados Unidos.
Un papel importante
Según Mossi “más de la mitad de los fondos que llegan a Centroamérica lo hacen a través del BCIE, lo que le convierte en un agente primordial en la dinamización de la economía de estos países”. España es segundo inversor en Panamá; tercer inversor en Costa Rica y El Salvador; cuarto en Dominicana y quinto en Guatemala y Nicaragua. Panamá es, dentro de la subregión y sin contar República Dominicana, el país de Centroamérica con mayor pre¬sencia de com¬pañías y pro¬yectos em¬pre¬sa¬riales es¬paño¬les. Y suma la parte del león de la llegada de IED a la zona. En 2021, Costa Rica fue el principal receptor de IED global en el área, por segundo año, si bien Guatemala y Panamá registraron también importantes alzas anuales, según la Unctad. Servicios y recursos naturales se mantuvieron como el gran objeto de deseo de los inversores foráneos, al mismo tiempo que telecos y renovables se afianzaron como sectores que concitan gran interés para los nuevos proyectos.
Según expertos y analistas del área, que destacan que, tras esa recuperación en 2021, el ejercicio 2022 fue decepcionante para la llegada de inversiones a la subregión. Y 2023 tampoco se anuncia halagüeño, habida cuenta del complejo escenario mundial. No obstante, los planes del Gobierno de EEUU de elevar junto al sector privado la inversión en Centroamérica para frenar la migración, pueden dar un balón de oxígeno este año.
Un 2023 sombrío
Más allá de la IED, los mercados pronostican que el capital foráneo se irá fundamentalmente a valores o al mercado inmobiliario. Y, atendiendo a la prima de riesgo, los inversores dividen la subregión en tres categorías para este año: la de riesgo bajo (Panamá, Guatemala y Dominicana); la de riesgo medio (Costa Rica y Honduras) y la de riesgo alto (El Salvador y Nicaragua).
Para 2023, la situación económica en el área registrará una desaceleración, en un contexto mundial frágil, producto de la alta inflación, el aumento de las tasas de interés y las perturbaciones causadas por la guerra en Ucrania. Según el último informe de Cepal, el crecimiento bajará el pistón del 4,2% al 3%, en el área, con deterioro en todos los países, que en 2020 acusaron una fuerte recesión por la pandemia, de la que se recobraron parcialmente en 2021. Panamá verá este año bajar su reducirse su avance del 8,4% al 4,2%; Costa Rica, del 4,4% al 2,6%; El Salvador, del 2,6% al 1,6%; Guatemala, del 4% al 3,2%; Honduras, del 4,2% al 2,7% y Nicaragua, del 3,8% al 2,1%. Dominicana, a su vez, bajará el paso del 5,1% al 4,6%.
De momento las remesas son el principal motor de Centroamérica. El dinero de los emigrantes representa entre el 18% y 26% del PIB de varios países y, según cifras de los bancos centrales, las remesas enviadas a Guatemala, Honduras y El Salvador en 2022 ascendieron 18.000 millones, 8.686 millones y 7.742 millones, de dólares. El propio BCIE señalaba recientemente que cinco economías dependen cada vez más de ellas. Honduras, El Salvador, Nicaragua, Guatemala y República Dominicana son los países con más proporción de remesas en relación al PIB y suman el 96% de la zona. Según el BCIE, las remesas en Centroamérica superan en un 2,6% a la IED.