Hasta una decena de valores que ponderan en el índice selectivo Ibex 35 disponen de una rentabilidad por dividendo por encima de ese 3% mítico que los depósitos bancarios no terminan de ofrecer, lo que ha permitido a las letras del Tesoro recuperar esas cotas de popularidad.
Al margen de los fondos de inversión, que pueden invertir en renta fija o variable, la compra directa de títulos que cotizan en Bolsa puede contar en estos momentos con un gran atractivo. Hay que tener en cuenta que, además, el mercado de valores se encuentra en los máximos de los últimos tres años, lo que parece alejar la posibilidad de correcciones. En todo caso, la inversión a largo plazo constituye la fórmula más segura.
Dos valores triplican en estos momentos el rendimiento que ofrecen las letras. Se trata de las acciones del BBVA y las de Mapfre, cuya rentabilidad supera la cota del 9%, lo que supone nada menos que tres veces más de lo que dan las letras.
Las acciones de la energética Enagas y los de la constructora ACS superan el nivel del 8%, en tanto los de Logista y los de Unicaja Banco ofrecen un rendimiento ligeramente por debajo del 8%.
El sector bancario está reflejando el cambio de ciclo después de varios años de tipos a cero e incluso por debajo de este nivel. El Santander ofrece una rentabilidad por dividendo muy cercana al 7%, lo mismo que la eléctrica Endesa. Mientras tanto, los títulos de CaixaBank y Telefónica proporcionan un rendimiento más cercano al 6%. Sabadell cierra esta clasificación de rentabilidades entre dos y tres veces las de las letras a un año.
Claves de la inversión
La principal diferencia entre una inversión en renta fija (letras) y otra en renta variable (acciones) es que el rendimiento de las letras es fijo, siempre que se mantengan hasta la amortización del título, mientras el de las acciones es variable y depende de la cotización que exista en cada momento.
En cuanto a la seguridad, los valores del Tesoro cuentan con la mejor calificación crediticia en España, mientras que las acciones mencionadas tienen detrás grandes empresas muy sólidas pero no del nivel del Estado.
La tercera pata de la inversión, que es la liquidez, es similar entre ambos títulos, tanto a través del mercado de valores como los mercados secundarios de renta fija.