En banca de inversión, dijo, “tenemos posición solida, con una focalización en España y Portugal y estamos muy satisfechos de cómo evoluciona ese negocio; apostaremos por ese foco aunque somos un banco de inversión local”.
La actividad de banca privada, donde CaixaBank cuenta con 200.000 clientes, “la apuesta se ha mostrado estructuralmente exitosa en los últimos años y vamos a seguir por esa línea donde crecemos bien, hemos sido innovadores y disyuntores del mercado al ser los primeros en asesoramiento independiente, sin cargar comisiones explícitas por el asesoramiento”.
En ese sentido, el máximo ejecutivo del banco recordó la creación en mayo del pasado año, de OpenWealth, una nueva filial cuya propuesta de valor se dirige a los patrimonios más elevados. En línea con ello, CaixaBank ha creado un banco en Luxemburgo , que, para su consejero delegado, “es una extension de nuestro negocio y en banca corporativa y de empresa, donde tenemos ocho sucursales europeas”.
De hecho, la expansión d este negocio supondrá en breve la constitución de su actual oficina de representación en Milán (Italia) en sucursal, similar a las qu ya tienen en plazas como Londres, Varsovia, etc. que convertiremos pronto en oficina de representación en Mila en una sucursal, Londres, Varsovia, etc.
Por el lado de la internacionalización, Gortázar entiende esta estrategia como un paso lógico dentro de su filosofía de servicio al cliente. En ese sentido, señaló que “estamos enfocados en la gran presencia en Portugal y en cómo ha avanzado BPI [su filial portuguesa] en estos siete años de presencia en el mercado, en calidad y reputación y en acompañar a nuestros negocios cuando necesiten un apoyo internacional”. “La estrategia internacionalización -insistió- estará al servicio de nuestros clientes”.
Nuevo impuesto
El propio consejero delegado de CaixaBank cifró en torno a los 400 millones de euros lo que pagará la entidad en concepto del nuevo impuesto a la banca. La tasa, solo aplicable a las grandes entidades -lo que supone una evidente traba a su competitividad- se cargará durante 2022 y 2023 según se ha comprometido el Gobierno con el sector. El segundo ejercicio de aplicación del nuevo impuesto repercutirá en las cuentas de CaixaBank “por encima” de esa cifra, según Gortázar.
Este aumento de impuestos se produce en un momento en el que la situación económica puede elevar la morosidad y, al mismo tiempo, por efecto de la subida de precios, aumentar sus costes. De hecho, el primer ejecutivo del banco cifra en hasta en 14 puntos básicos lo que puede crecer la ratio del coste de riesgo de CaixaBank, situada actualmente en el 0,25%. Y reconoció que “nuestra expectativa es que, en 2023, sea algo mayor aunque siempre por debajo de los 40 puntos básicos”.
Los costes de CaixaBank, según estas mismas previsiones aumentarán este año entre el 5% y el 6,4% en función de cómo evolucionen tanto la inflación y como el crecimiento económico. En consecuencia, “aunque nuestro margen de intereses va a aumentar, también van a aumentar nuestros costes, nuestras dotaciones y, por tanto, veremos cuál es, finalmente, el resultado y la evolución en 2023”.
Cuidar al accionista
Sea como fuere, la buena evolución de los resultados permiten a su equipo directivo mantener el objetivo fijado en su plan estratégico (2022-2024) de aportar a sus accionistas 9.000 millones de euros entre dividendos y recompra de acciones. La entidad cerró el ejercicio pasado con un aumento del beneficio en un 29,7% hasta los 3.145 millones de euros. Este crecimiento de la rentabilidad “viene determinado por la reducción de costes por las sinergias afloradas en la fusión y el aumento en la actividad”, señala el consejo delegado de la misma.
Eso a permitido, en el primer año de eficacia del plan, que el banco entre dividendo en efectivo y recompra de acciones (1.800 millones en 2022) aporte a sus accionista 3.500 millones de euros. Eso supone superar el pay out anunciado del 50%; ya que -previa autorización de la junta general- CaixaBank pagará este año un dividendo en metálico de 0,23 euros en abril, que eleva el pay out real del ejercicio hasta el 55% del beneficio.
El primer ejecutivo del banco señaló también un aspecto fundamental: “que el 50% del dividendo acabe en el FROB [el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria, accionista de la entidad] y La Fundación la Caixa dice que el 50% de nuestro dividendo revierte a la sociedad directamente además de a nuestros 600.000 accionistas, que el impacto inmediato en la sociedad de nuestros beneficios es muy notable”.
El fortalecimiento del balance se plasma en el cumplimiento de uno de sus objetivos más ambicioso, crecer en capital. Tanto que “sobre el objetivo a 2024 del 11%-12% contamos con un exceso de capital de 1.500 millones en la banda alta”, según Gonzalo Gortázar.
CaixaBank ha cerrado el ejercicio con una ratio e rentabilidad sobre recursos propios (RoTE) del 9,8%. Kla ratio de capital CET1 crece en el año en 40 puntos básicos hasta alcanzar el 12,5% mientras el nuevo Requerimiento Mínimo de Fondos Propios y Pasivos Elegibles (MREL en su acrónimo en inglés) se coloca en el 26% tras subir en el año 91 puntos básicos. “Lo que hace que tengamos -dijo- unas ratios superiores a las exigencias regulatorias que tendremos en enero de 2024”.
Parón hipotecario
Respecto a la evolución de los negocios, Gortázar ratificó lo que ya se detectaba desde el tercer trimestre, la ralentización del mercado inmobiliario e incluso la reducción del mercado hipotecario durante 2023. No en vano, la entidad ha duplicado en un año la producción de nuevas hipotecas hasta los 14.300 millones de euros; lo que le da una cuota de mercado que tras crecer 11 puntos porcentuales en 2021, se sitúa al cierre del ejercicio en el 24%. Dicho de otro modo, la entidad valenciana hace una de cada cuatro hipotecas nuevas que se firman en España.
En ese ámbito, el consejero delegado de CaixaBank reconoce que la inflación y la subida de tipos aumentan el riesgo de mora, “pero no a niveles preocupantes, dijo”. Gortázar reconoce que en enero las peticiones para negociar la deuda hipotecaria amparándose en el nuevo Código de Buenas prácticas se han quedado en 800 “aunque la media de meses anteriores era de apenas cien”, dijo.
Preguntado por la remuneración de los depósitos, Gortázar quitó hierro a una posible ‘guerra del pasivo’ , “la remuneración llegará”, dijo, según evolucionen los tipos; aunque considera que ésta será “una decisión que cada entidad toma”, para añadir que “éste es un mercado competitivo y cada uno decide cómo y cundo toma acciones. Por la perspectiva de CaixaBank -añade el primer ejecutivo- lo primero que hay que pensar es en el interés del cliente: cuando ahorra quiere conseguir el mejor retorno y eso no se consigue con el depósito a plazo. Tenemos 25.000 asesores certificados que buscan cómo se maximiza el retorno de una cartera.”, señaló.
La entidad mantiene su crecimiento en fondos de inversión. “En este momento aquellos fondos con subyacentes a corto como Deuda del Tesoro, pueden generar retornos atractivos más el interesante impacto de la fiscalidad que ofrecen. Por eso, pensamos en cómo asesorar a nuestros clientes, los instrumentos son amplísimos y tenemos la visión de que hay ahora mejores productos que los depósitos”, concluyó Gonzalo Gortázar.