Esta doble estrategia, mercado no regulado en EE.UU. y supervisión e intervención en los estados miembros de la UE, se está dando la vuelta. La misma Administración Baden con su Inflation Reduction Act y las actuaciones de la Federal Trade Comission, están reafirmando los propósitos regulatorios.
Los papeles e intenciones regulatorias han cambiado de continentes. Las presiones de las autoridades estadounidenses sobre las Grandes Farmacéuticas se han traducido en la imposición de una drástica rebaja de precios en los medicamentos para el tratamiento de la diabetes. La farmacéutica Eli Lilly se ha visto obligada a reducir sus precios en un 70%.
Las nuevas formas de regulación bancaria van en la misma dirección Frente a la pasividad de Bruselas para robustecer el capital de las instituciones financieras, la Reserva Federal ha exigido incrementar las dotaciones de capital para fortalecer la viabilidad de las instituciones en tanto que Bruselas se ha plegado a los argumentos de los bancos : más capital propio significa menor disponibilidad crediticia y ,por supuesto, menores márgenes de beneficios.
Asimismo, los oligopolios estadounidenses sienten la amenaza de leyes y regulaciones estatales que rompan sus posiciones de privilegio en detrimento de los consumidores. La regulación estatal se impone a los beneficios. Esta es la conclusión de Rana Foroohar en un artículo que titula “EU is losing its regulatory throne to US”.
En La Vanguardia, Manel Pérez, se refiere a la rebelión económica de la élites, catalanas y castellana. Las primeras ante las amenazas independentista decidieron el traslado de sus sedes a Madrid, un territorio que además ofrecía grandes ventajas fiscales para las rentas de capital.
La espantada de Ferrovial no está libre de la sospecha de un mejor tratamiento fiscal en Holanda. Los tipos fiscales no difieren de los españoles, pero las autoridades de ese reino son muy tolerantes a la hora de negociar cual será la base del impuesto.
En ese año que Ferrovial dice que ha ido madurando su decisión cabe la posibilidad que esa posible negociación de la base tributaria, que se mantiene, salvo acontecimientos extraordinarios, durante varios años, explique su silencio, su ausencia de comunicación con sus autoridades hasta ahora española.
El acogedor y solido marco regulatorio holandés no sabemos cómo habría reaccionado ante la acusación de una cesión del 3% a las autoridades catalanes por el importe de su participación en las obras del Palau de la Música. Tampoco se puede adivinar cual habría sido la postura de las autoridades de la competencia holandesa ante un pacto oligopolístico, precios negociados, de las principales constructoras españolas en varios concursos de obra pública.
Manel Pérez se pregunta si ”en el patriarcado del dinero se está incubando un resentimiento contra Sánchez”, que es hoy día el Presidente del Gobierno español. Concluye Manel con una cita de un señalado protagonista de la clase empresarial global, Bernard Buffet,” hay una guerra de clases sin duda, pero es mi clase, la clase rica, la que está haciendo esa guerra, y estamos ganando.”