Un retroceso que ha provocado un retroceso de los beneficios del 28 %, hasta los 9,6 millones de euros, frente a los resultados contabilizados un año antes cuando todavía se dejaban sentir los efectos de la pandemia.
La disminución de las ventas y, en mayor medida, el aumento de los costes derivados de la inflación ha supuesto también una contracción del Ebitda de 2,6 millones, un 21 % menos, respecto al mismo periodo del año anterior, aunque ha aumentado su presencia internacional en tres países más, hasta un total de 31.
Con todo, la compañía presidida por Félix Revuelta se ha vuelto a posicionar como una de las entidades más rentables del mercado continuo español por dividendo. En 2022 ha repartido 18 millones de euros entre sus accionistas, lo que supone un pago de 0,30 euros por acción y una rentabilidad superior al 19 %.
Una muy buena noticia para los accionistas, pero que empieza a generar algunas dudas entre los operadores. En los foros se considera que el alto dividendo y las inversiones inmobiliarias acometidas por el grupo están vaciando la caja. A pesar de que siga manteniendo una notable fortaleza financiera, la caja neta se ha reducido en más de 7 millones de euros en un año.
Estas preocupaciones junto a una lógica retirada de beneficios explicarían los fuertes ajustes de las últimas semanas en las que el valor ha pasado de rondar los 2,05 euros por acción a deslizarse hasta los 1,8 euros. Aunque aún mantiene una rentabilidad de más del 20 % desde principios de años, esta recaída ha supuesto perder importantes referencias técnicas que de no recuperar en breve podría abrir una nueva fase bajista.