En estos días, el valor se ha aprovechado de las tensiones vividas en el sector financiero que han servido para poner en duda próximas subidas de las tasas de referencia. Una posible flexibilización en la política monetaria es un factor que le beneficia por el alto peso de su deuda debido a la necesidad intensiva de inversiones. El valor ha recogido además parte del dinero huido de la banca en busca de ese círculo privilegiado de empresas más resilientes ante la tormenta financiera.
En cualquier caso, los analistas no se muestran demasiado optimistas en que estos avances para recuperar los niveles de principios de año, aún se mueve por debajo de los niveles de principios del ejercicio, vayan a tener demasiada continuidad, pues no hay evidencias de un cambio ni en cuanto a fundamentales ni en cuanto a mejora del aspecto técnico.
Entre los informes más recientes de las casas de análisis, el más optimistas es el del banco de inversión británico Stifel Nicolaus con una valoración de 44,9 euros por acción. Aunque este precio supone un importante recorte respecto a la anterior estimación todavía le confiere un potencial alcista superior al 25 %.
Consideran que los resultados por encima de lo esperado -tras multiplicar por más de dos sus beneficios en 2022, hasta los 759 millones de euros-, le permitirán mantener en un futuro su buen historial de crecimiento.
Citigroup y Deutsche Bank, en cambio, se muestran algo más prudentes con el potencial de la compañía. Sus últimos informes apuntan a valoraciones por debajo de los 38 euros por acción que limitarían su recorrido al alza.
Acciona Energía cotiza ligeramente por debajo de los 35,5 euros por acción, donde estaría encontrando su principal resistencia en su actual proceso de rebote. Este nivel marcará su trayectoria a corto y medio plazo, pero desde luego las posibilidades de marcar máximos por encima de los 43 euros parece harto complicado.