En declaraciones a Capital Madrid, Raúl González, director comercial de Intermodal Forwarding (empresa de logística y especialista en transporte internacional de mercancías por tierra, mar y aire) , recuerda que estas pérdidas económicas se unen a una notable pérdida de posicionamiento de las empresas españolas frente a sus competidores europeos.
“Los beneficiados son nuestros vecinos Francia, Portugal e Italia principalmente, y con este último se estudia la realización de un gaseoducto que lo conecte con Argelia como alternativa al ya existente con España” confirma González.
De dónde viene este bloqueo
Como recuerda este responsable de Intermodal Forwarding, si una empresa española quiere exportar a Argelia, necesita recurrir a la carta de crédito que, explicándolo de manera sencilla, es una garantía de cobro y de pago que se realiza entre los respectivos bancos del exportador e importador en origen y destino.
Es entonces, tras esa decisión por parte del gobierno de Argelia, que se produce el bloqueo y los bancos de destino ponen trabas o incluso bloquean las transacciones desde España para llevar a buen puerto estas transacciones; como parece que está ocurriendo por la información que esta empresa recibe de sus clientes.
Solo hay una salvedad: la de los productos que reciben la autorización por parte de las autoridades argelinas en base a sus necesidades, de primera mano, y en el caso de España esto atañe solo a la industria del oil & gas que sí sigue exportando.
Las consecuencias
¿En qué se traduce esta situación que sigue sin resolverse? Este problema ha llevado a que más de medio millar de empresas españolas se vean afectadas por este conflicto. Es más, incluso una veintena de esas firmas recuerda que este bloqueo comercial por ahora les supone una factura en pérdidas que asciende a cerca de 600 millones de euros. Cantidad que se puede ilustrar gráficamente con la imagen de decenas de contenedores de exportaciones españolas varadas en los puertos argelinos.
Lejos de arreglarse a corto plazo, este problema está enquistado pese a que ha habido varios conatos de acercamiento entre las partes e incluso en su momento se promovió una reunión entre representantes del Gobierno, representantes de la embajada argelina y unos 600 asistentes de diversas empresas españolas afectadas.
Sin embargo, nada de esto ha dado sus frutos. Eso sí, como recuerda Raúl González este problema se terminará solucionando ya que se trata de dos países con una larga relación comercial que no deberían darse la espalda. “Desconozco la fórmula, pero terminará llegando. Lástima que, mientras tanto, se esté haciendo tanto daño a nuestro tejido industrial”, sentencia.