JUNTA DE ACCIONISTAS

Banco Sabadell saca pecho de fortaleza y liquidez ante la crisis bancaria

González-Bueno ase­gura que el banco tiene 'riesgo ce­ro', ni cocos ni bonos y menos riesgo con Credit Suisse

Sabadell
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El Banco Sabadell, que este jueves ce­lebra junta ge­neral en Alicante, con­templa con tran­qui­lidad las re­cientes crisis fi­nan­cieras que han re­mo­vido los pi­lares fi­nan­cieros de Estados Unidos con la crisis del Silicon Valley Bank (SVB) y, en la neu­tral Confederación Helvética, al Credit Suisse. Aunque por causas dis­tintas y con so­lu­ciones di­fe­ren­tes, la caída de estas dos en­ti­dades ha pro­vo­cado un tsu­nami bur­sátil y de nueva pér­dida de con­fianza en el sector eu­ro­peo.

En el banco que preside Josep Oliú y dirige César González Bueno como CEO, piensan que, ante la falta de confianza, lo mejor es sacar músculo. El Banco Sabadell, según señaló César González-Bueno, no tienen ningún riesgo con Credit Suisse, ni bonos, ni ‘cocos’… riesgo cero. Además, más del 60% de los depósitos del están cubierto por el Fondo de Garantía de Depósitos.

Por si fuera poco, la entidad española es la segunda, entre los 35 grandes bancos europeos, por liquidez, media en términos de LCR (Liquidity Coverage Ratio). Aunque si la liquidez del banco se mide en términos de NSFR (Net Stable Funding Ratio), el Sabadell se sitúa como el noveno de entre los 35 primeros de la Unión Europea.

Además, el banco es el valor cuya cotización “ha subido más de Europa desde el principio de 2021 cuya cotización en España ha subido en lo que llevamos de año y es el número 1 del Ibex con más 68% en 2021 y el 57% en 2022 y llevábamos el 50% acumulado antes de la crisis de los bancos americanos”, señaló González-Bueno.

La entidad propone a la junta de hoy el pago de un dividendo complementario en metálico de 0,02 euros; lo que eleva el dividendo del ejercicio a 0,04 euros. Además, si lo aprueba la junta y el Sabadell obtiene el visto bueno del BCE destinará 204 millones a la adquisición de acciones propias con las que elevar la rentabilidad financiera de sus accionistas.

Centrado en cerrar el proceso de saneamiento y desarrollo iniciado hace dos años con la contratación de César González-Bueno como primer ejecutivo, el banco descarta entrar en procesos de concentración en la actual crisis.

El propio consejero delegado descartó movimientos corporativos. “El perímetro del banco -dijo- es constante e incluye a España y sus regiones, los distintos tipos de negocio -particulares, banca privada, empresas y banca de inversión- más el británico TSB, Miami y México”.

En su opinión, la reciente crisis del estadounidense SVB y el helvético Credit Suisse han servido para demostrar la fortaleza de la banca europea y la correcta supervisión del BCE. Para el primer ejecutivo de la entidad: “No estamos en modo de comprar o vender, sino de mejorar la rentabilidad y estabilidad de ese perímetro: diversificación saludable, que tiene en todos sus elementos capacidad de seguir mejorando su rentabilidad”.

El banco descarta también una posible adquisición del negocio de Credit Suisse en España porque considera que los modelos de banca privada de ambas entidades son distintos. Según señaló su consejero delegado, “nuestra banca la basamos en una relación del banquero profesional y cercano; somos un banco muy de empresas y aspiramos es a ser también el banco de los empresarios y los directivos; es un enfoque muy distinto”, concluyó.

Josep Oliú, por su parte, considera que los efectos perniciosos de las dos últimas crisis bancarias han pasado: “la banca española y la de la Unión Europea no tienen ninguna razón de fondo para temer nada de estas turbulencias; porque la banca española tiene una situación de solidez y solvencia en sus balances, de diversificación del riesgo y liquidez”.

En su opinión, el problema de la crisis de SVB ha sido de concentración de depositantes que estaban fuera de los 150.000 dólares garantizados por la normativa estadounidense. En paralelo, el banco mantenía el 70% de sus riesgos en bonos cuyo riesgo era de tipo de interés, “los bancos españoles y, en general, los europeos no tienen ese problema” añadió, para destacar que en el caso de la banca española los depósitos tienen unas bases de cubiertas por el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD).

Oliú destacó la labor del BCE en estas crisis a la que calificó de “muy importante y muy positiva” por tomar decisiones que, dijo, “han puesto de relieve la solidez del sistema”. En su opinión, “Credit Suisse era una entidad de banca privada cuya solución ha sido gubernamental (suiza), rara en el sentido de que la solución que se ha tomado altera el orden que tenía establecido el BCE y las normas de Basilea en cuanto a la prelación del riesgo y las garantías entre los diferentes elementos del pasivo”, añadió.

De impuestos y nuevos agentes

En esa línea, el banco considera “una lástima” la creación de la futura Autoridad de Defensa del Cliente Financiero. Según el consejero ejecutivo y principal responsable de Riesgos del banco, David Vegara, “es una lástima que se tenga que crear una tercera entidad porque ya teníamos dos: el Servicio de Reclamaciones del Banco de España y la CNMV” aunque, recalcó, el banco cumplirá con toda la normativa en vigor”.

El Sabadell mantiene el recurso contra el impuesto a la banca aprobado por el Gobierno, aunque, tal como reconocieron sus principales responsables, no tiene mucha confianza en que dicho recurso prospere. Porque “ya está aprobado”. “Lo hacemos”, dijeron, “en defensa de los intereses de la entidad y sus accionistas”.

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