Los es­pe­cu­la­dores buscan una nueva víc­tima pro­pi­cia­toria en el sector

Los inversores demandan un par de semanas de paz en banca antes de tomar posiciones

Las en­ti­dades es­pañolas re­botan con mucha ti­midez tras el des­plome del viernes

Commerzbank
Commerzbank

Exhaustos. Así están ges­to­res, ana­listas e in­ver­sores des­pués de dos se­manas de lo­cura que se han lle­vado al­re­dedor de 120.000 mi­llones de ca­pi­ta­li­za­ción bur­sátil en la banca eu­ro­pea. Cada día de esta gran tor­menta ha de­jado una lec­ción nueva. La úl­tima es que hay una gran ma­raña de in­tereses ba­jistas dis­puestos a lle­varse por de­lante la co­ti­za­ción de una gran en­ti­dad. Nadie puede decir que lo de Deutsche Bank sea el úl­timo susto.

El desplome de la cotización del primer banco alemán el pasado ha dejado bien claro que los fondos especulativos están buscando una nueva víctima propiciatoria. Entre los 'hedge fund' existe la convicción de que un ataque coordinado como el de la semana pasada puede provocar en un gran banco la suficiente pérdida de depósitos como para precipitar los acontecimientos. De eso ha dejado buenas pruebas Credit Suisse.

Deutsche ha demostrado estar en una posición mucho más fuerte después de años de ajuste duro que permitieron a la entidad presentar en 2022 los mejores resultados en 15 años. Ni sus voluminosas posiciones en derivados ni su exposición al crédito inmobiliario parecen suficientes hoy para provocar un colapso de la entidad, pero lo ocurrido la semana pasada es un aviso de que otros bancos más pequeños pueden sufrir mucho.

"Credit Suisse ha demostrado que un banco sistémico puede caer con enorme facilidad si se dan todas las condiciones. Y eso ha movilizado a los fondos especulativos, que se han hecho de oro con la tormenta y están dispuestos a repetir la jugada en un escenario que probablemente no se repetirá en mucho tiempo. Están dispuestos a apostar para aprovechar una coyuntura muy favorable", señalan fuentes bursátiles.

Volumen extraordinario

La prueba de que nadie las tiene todas consigo es que los bancos subieron muy tímidamente este lunes, por debajo del 2%. Otra cosa fue el volumen de negocio, que sigue siendo extraordinario en plena oleada especulativa. Superó los 900 millones de euros, por encima de los más de 800 del viernes pasado, cuando la banca copó la mitad de las cifras de actividad en Bolsa. En cualquier caso, el consenso general es que es muy pronto para volver a tomar posiciones en el sector.

Dicho de otra forma, comprar bancos ahora es un ejercicio sólo para los más arrojados con objetivos muy a largo plazo. Manda el trading intradía, al que se están apuntando los inversores bajistas en el caso de los bancos españoles. Los movimientos arriba y abajo son continuos, aprovechando el momento. El último de Canada Pension Plan en Bankinter es de libro, y está siendo seguido por otros muchos.

El fondo canadiense afloró el 21 de marzo un 0,50% del capital, atrapando toda la caída del banco en las tres últimas sesiones de la semana pasada, desde los 5,77 hasta los 5,06 euros. Un desplome en toda regla después del cual Canada Pension Plan ha cerrado algunas posiciones. Lo mismo ha ocurrido en otras entidades muy castigadas como Sabadell, donde Citadel ha desaparecido temporalmente tras beneficiarse de la gran caída.

Con estas cartas sobre la mesa, los gestores piden unos días sin novedades en la banca para evaluar empezar a tomar posiciones. "Haría falta un par de semanas de tregua, sin malas noticias, para poder reevaluar la situación y empezar a tomar posiciones", señala un veterano gestor. Por lo tanto, la mejor noticia es que no hubiera noticias. De momento, nadie quiere coger al vuelo el cuchillo que cae.

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