OPINIÓN

¿Está la cons­truc­tora es­pañola so­bre­pa­sada en apa­lan­ca­miento?

Los Del Pino se van a hacer las Américas

El 'trilema' plan­teado por la 'fuga' de Ferrovial es un de­bate a es­cala in­ter­na­cional

Softbank
Softbank

En plena cam­paña de re­cri­mi­na­ciones por la de­ci­sión de Ferrovial de cam­biar su sede so­cial a los Países Bajos, lo que le fa­ci­li­taría co­tizar en EEUU, leemos en la pri­mera pá­gina del Financial Times, que la en­tidad ja­po­nesa Soft Bank se opone a que su par­ti­ci­pada Arm, un di­señador de chips con ca­pital chino, con ins­ta­la­ciones en el Reino Unido, co­tice en la Bolsa in­glesa.

Oídos sordos por parte de Soft Bank a las peticiones de tres sucesivos primeros ministros británicos, todos ellos conservadores. La decisión definitiva de cotizar en EEUU se interpreta por la prensa británica como una afrenta personal al primer ministro, Rishi Sunak, que acaba de entrevistarse con el dueño de Soft Bank, Masayoshi Son, y el primer ejecutivo de Arm, René Haas. Soft Bank pretende conseguir que Arm cotice en EEUU porque es una excelente oportunidad para mejorar su futuro.

Asímismo, el grupo constructor CRH que cotiza en Londres e Irlanda y con una plantilla de 90.000 empleados, acaba de comunicar a las autoridades británicas su propósito de cotizar en EEUU, donde obtiene la mayor parte de sus beneficios y donde intentará aprovechar el Plan Biden de infraestructuras.

Las acciones de CRH subieron un 9% a la vez que el banco suizo UBS afirma que cotizar en EEUU mejorará el rating y la rentabilidad. La empresa anglo-holandesa Shell, que cambió su sede social de Amsterdam a Londres, y también según recientes rumores intentaría trasladarse a Nueva York.

Movimientos en las dos orillas

Hay movimientos empresariales entre las dos orillas del Atlántico, como los hubo al principio del siglo XX de trabajadores emigrantes. Ahora las empresas multinacionales mueven sus sedes y desarrollan estrategias para aumentar sus márgenes de beneficios en un mundo todavía, y por cierto tiempo, globalizado y altamente competitivo.

Estrategias ofensivas-defensivas que forman parte del mundo de los negocios. Otra cosa son las formas. Shoft Bank y CRH han estado en contacto con sus autoridades. No han llegado a acuerdos, pero han mantenido las formas.

Las decisiones tomadas responden a motivos financieros sin que en ningún momento se mencionase la seguridad jurídica de las instituciones del Reino Unido. España, un país de menor entidad financiera que el británico, es más vulnerable a la decisión de una importante compañía nacional de trasladar su seda social a otras latitudes.

Las empresas catalanas, temerosas de las consecuencias del l separatismo, no trasladaron sus sedes sociales fuera de España. Sin embargo, los más patriotas españoles no dudan a la hora de abandonar su país por otro. ¿Beneficios empresariales y/o fiscales? Y eso que muchas inversiones directas y en cartera de residentes extranjeros no dejan de apostar por España sin ningún temor por la seguridad jurídica. O al menos eso parece.

Una explicación singular al movimiento de los Del Pino. ¿Presión de los fondos accionistas por su sobrepasado apalancamiento?

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